Planteos existenciales

Por qué pensamos mucho cuando pasamos por situaciones límites, pero no así en la vida cotidiana, -o más normales?
Desde Semana Santa vengo teniendo unas semanas horribles -Vicky, ahí está el motivo por el cuál no tengo ganas de escribir.
Los primeros días de facultad me sentí desencajada, inclusive una profesora me trató mal y era la primera vez que me pasaba, sentirme así de impotente. Lógicamente, terminé llorando en el baño y después me fui a la mierda, pero volví a la semana siguiente. Si bien cuesta, supongo que la clave está en no bajar los brazos y seguir nomás- aunque por unas horas de esa tarde no pude parar de llorar y pensé seriamente en dejar todo a la mierda, quién me mandó a estar acá, etc y etc.. También me calmó entender que la mina es así y maltrata a todos por igual. Quizás suene morboso, pero me hubiera sentido peor si me trataba mal sólo a mi..jaja!
Otra cosa que calmó las aguas es que nos juntamos seguido con mis compañeros del CBC y me siento bastante acompañada, aunque ya por estos días me estoy armando grupos nuevos y eso hace que las tardes del taller sean más llevaderas.
Estoy pasando muchas horas usando la compu, aprendiendo, quemándome los ojos. Ya me hice toda una rutina, y seguramente ahora vuelva a mi espacio de trabajo. Digamos que el poco tiempo que antes usaba para chatear, ahora ni eso. Al menos hasta que no pase la entrega, no tengo ni ganas.
Por momentos me siento un poco asustada la verdad, y estar ahí con la compu me aliena y me hace colgar menos. Después del ataque que mamá tuvo durante Semana Santa, mi casa está bastante rara y estamos todos bastante tristes, supongo. La semana pasada le hicieron unos estudios y hoy le dijeron que la van a tener que operar el mes que viene, dentro de 3 meses y dentro de un año. Obvio que internamente estoy segura que va a andar todo bien, pero igual me da miedo, y también me hace sentir mal que mamá tenga que pasar por eso. Ya le dijeron que se tiene que operar sí o sí porque sino se le puede complicar, así que no hay más remedio que correr el riesgo y rezar que todo salga bien.
Quizás todo lo demás en este momento puntual no tiene mucha importancia. La facu viene a ser un lugar en el que por unas horitas despejo la cabeza, pero sé que si mi mamá me necesita lo otro queda en segundo plano.
Yo siempre digo que a veces hay situaciones que se presentan por alguna razón. Algunas enseñanzas las fui aprendiendo en estos días, y con el correr de los siguientes seguramente entienda algunas más. También entiendo el valor supremo de la amistad, con mi personalidad a veces distante. Cuán liviano se hace sentirse querido, los que te aguantan cuando tenés ganas de llorar.

Nada más por el momento.