martes, 8 de junio de 2010

Mis aparatos, yo, y mi otro yo.

Hace varios días que no me acuerdo qué cosas sueño. Casualmente, ayer a la noche decidí ponerme los aparatos para dormir porque los dientes estaban empezando a complotar contra mi y algunos ya se veían más torcidos (digo esto y hago un parate, porque me parece genial tener aparatos removibles y arreglar mis dientes cada vez que se tuercen. es absolutamente fabuloso). Es una decisión muy compleja, porque implica que me va a doler. Y más después de dos meses, que a duras penas todavía se amoldan a mi boca.
Cuestión que en algún momento de la noche soñé que estaba comiendo cerealitas, y que se quedaba como media galletita abajo del aparato del paladar inferior. Aclaro que nunca intenté comer con los removibles, porque es casi imposible masticar con eso en la boca.
También recuerdo haber estado un buen rato moviendo la lengua por debajo del aparato, pero no en el sueño, sino en la vida real.
No hay caso. Esta vez no llegué a sacármelos, pero creo entender por qué lado viene la cosa.

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