martes, 6 de mayo de 2008

Changes, así decía el amigo Bowie

Días atípicos. Pongamosle así. Convengamos que siempre es de la misma manera: cuando leo, necesito sentirme ermitaña. Es la única manera de obligarme a concentrarme, tarea que últimamente me está costando más que mucho. Entonces me prendo la radio y somos mi libro y yo: una de las pocas actividades que no requiere más que sentarse y no hacer nada más que eso (pensar un poco no viene mal tampoco).
Probablemente lo de ermitaña se esté trasladando a otros fueros, pero sé que es algo pasajero. Totalmente intolerante, ya ni sé cómo me aguantan los chicos pobres. Es que lo de la tesina me está matando el cerebro, ya no veo la hora de sacármelo de encima. Me tiene muy preocupada porque veo que me cuesta avanzar, y pasan los meses... Entonces, para evitar cualquier tipo de discusión o malentendido- o para no hacer explícita mi mal humor correspondiente al período del corriente mes-, prefiero recluirme hasta que las aguas estén más calmas. De hecho creo que ya el simple hecho de sentarme en la compu y hacerlo expreso indica mi incomodidad y las ganas de levantarme mañana y ser Flor de siempre. Flor de siempre suele ser un poco más relativista, mucho más ello que super yo... pero el viernes llegó la militar de adentro y caí en cuentas de que esto hay que hacerlo cuanto antes. Flor de siempre se caga en sus propios convencionalismos, extraño a Flor de siempre.- Necesito sexo. Bauman: tenés razón, pero es algo que uno no maneja, afortunadamente. Eso también es una ventaja de estar recluido por un tiempo: las ganas que te generan son muy superiores, y mientras te colgás entre párrafo y párrafo porque te gustó la canción y te pusiste a cantar, la cabeza empieza a elaborar escenas muy excitantes. Y te dan ganas, pero ahora somos el libro y yo- mejor dicho, los libros y yo. Al menos por esta semana. Al menos mientras tenga este carácter de mierda, impresentable.
La semana pasada estuvo bien. Rara también, pero bien. Sensible, eso la hace rara. Tal vez hay momentos que tenemos mayor predisposición para asimilar cosas que en otros. Y eso está bien igual, hay que aprender a improvisar sobre lo que no se espera que pase jamás.
Fui a Hábitat el martes y el miércoles. A nivel profesional voy a poder aportar mucho, una experiencia muy útil para aplicar lo que sé hacer- si bien a fin de cuentas termine siendo un trabajo más bien técnico/ teórico que práctico. Lo práctico será cuando desarrollemos el Plan en un caso. Igual estoy contenta, me sentí muy cómoda. Conocí gente muy buena onda, todos mucho mayores que yo, excepto mi coordinador Tomás que tendrá mi edad. Oficialmente soy una voluntaria de Hábitat para la Humanidad. Quién hubiera dicho que yo iba a terminar aportando algo mío a una ONG????? Eso me hace más feliz todavía, hacer algo que jamás hubiera planificado por motus propio en otras circunstancias.
Ni bien entregue mi tesina, a fin de año, me voy a anotar para cursar diseño de indumentaria. Estoy viendo que de esa manera tal vez zafe algunas materias del CBC que son más sociales. Me siento muy chica todavía, casi que lo estaría haciendo como si comenzara mi primer carrera y eso lo haré con todo el tiempo del mundo, con mucho placer.
Eso fue todo lo que estuve elaborando en estos días. También leí el libro anterior durante el fin de semana, adquirido el día jueves en la Feria del Libro junto con el que estoy leyendo ahora: Estados Fallidos de Noam Chomsky.
Siempre fui así de cambiante. El aburrimiento genera estragos en mí.

1 comentario:

Vicky dijo...

Hola Flor, como andas?
lei tu mensaje y te dejo en mi blog una tarea, es como una cadena que me enviaron... esta bueno, es un premio, jaja
Tenes que copiar y postear.
Beso.

Flicka