lunes, 19 de mayo de 2008

Me harté

Por qué razón terminamos comiendo siempre lo mismo? En casa, digo. Encima parece a propósito, esto de irse a dormir mirando el Gourmet.
Yo digo que cuando te gusta mucho lavar los platos o encargarte de la limpieza, es casi el cien por cien probable que no te guste cocinar. Yo pertenezco al grupo limpieza, tal vez califique bien en la preparación de pan y pastas. Y tartas. Las tartas también son sinónimo de que no naciste para la cocina- quizás porque su preparación no tiene tantos secretos.
Una mujer carga con el estigma cuando no le gusta cocinar? por qué se siente algo así como culpa e instantáneamente tenés que andar dando explicaciones cuando recibís algún gesto burlón?
Entonces hoy advertí: voy a preparar la cena.
Quizás el defecto más grande que tenemos las malas cocineras es que somos muy impulsivas y queremos que esté todo hecho rápido- ni hablar del quilombo y la cantidad de utensilios que usamos para cocinar, encima que odiamos la mugre en la cocina y no se puede hacer todo junto.
Otro detalle es que no sé condimentar porque por lo general como sin sal o como viene. La verdad me da igual. Pero tengo buen ojo para los colores y la decoración.
El plato: pollo y cerdo con crèpe de verduras. Pero no podía ser algo así nomás.
Empecé con los panqueques, esos me salen bárbaros. Hice 6 nada más- lo justo y necesario. Después corté las verduras en juliana: sólo tenía a mi disposición papas, zanahorias y zapallo, y las puse a cocinar con un poco de cebolla (poca cebolla, no me gusta mucho). Les agregué un poco de caldo para que les dieran sabor. Ese paso me salió muy bien, me gustaron las verduras.
Después el pollo. Eran pechugas y las trocé. Las mariné en jugo de naranja y limón y a cocinar, muy poca sal y algo de pimienta. Luego vino el cerdo, mismo corte sólo que marinado en salsa de soja. Una vez preparadas todas esas cosas por separado las puse a calentar. Como toque final al pollo y a al cerdo les agregué miel.
Llegaron los comensales, todos opinaron lo bien que olía. Yo les decía que aún no cantaran victoria. Comenzaron a comer, les gustó. Yo probé, y no. No me gustó lo que yo misma elaboré. No me gusta la comida agridulce, y ésta claramente había salido agridulce. Lo único que zafaba eran las verduras, a mi parecer a las carnes les faltaba un poco de salsa pq de por sí son cortes secos- dato para la próxima, si es que hay.
Curiosamente se comieron todo, a mi me quedó la mitad en el plato. También se quedaron con hambre.
No es el colmo? Cocinar algo que termina no gustándote? Está bueno cocinar para los demás. Aunque si hago esto muy seguido voy a quedar raquítica (digo, porque después no me gusta comerlo).

2 comentarios:

ignacia fedora. dijo...

Hola Flor, la verdad es que ya ni sé cómo llegué a tu blog, y la cosa es que lo he leído un montón, me he paseado por varias entradas para leerte. Me encanta como escribes, te linkeé de hecho, para así leerte seguido.
Sí te quiero reclamar que la música que tienes puesta me hinchó un poco. Cada vez que entraba a leer cosas más antiguas sonaba de nuevo y de nuevo el cuarteto ése. Y las imágenes que pegaste al lado quedaron muy grandes, así que me quedé con cosas sin leer.

A pesar de esas dos cosas, la impresión que me quedó de leerte fue fantástica, de verdad siempre me pone de buen humor encontrar blogs buenos y nuevos para leer.
Saludos.

Vicky dijo...

Hola Flor!
la verdad que muy buena tu receta... a pesar de que el pollo no me gussta, me encanta la comida agridulce.
Me senti un poco mal por el comentario de las tartas... yo soy de las que las hace, ricas =(
Tambien se hacer otras cosas pero no soy muy dedicada mi especialidad: salsas y bifes a la criolla...
ja besitos! gracias por tu coment en mi blog.

Flicka