La facu y su subsuelo

Se vino el fresquete, otra vez las manos frías.
Después de haber hecho los 4 años de carrera correspondientes, recién este año acudí a la fiesta que organizan los chicos de intercambio en la facultad. No sé en realidad si se hace desde 2004, año en que ingresé , pero sí que de las varias que me enteré nunca me interesó ir. O tal vez tenía cosas que hacer que suponía más importantes- una excusa muy útil cuando un viernes después de una semana entera de cursada no tenés ganas de hacer nada más que tirarte a dormir.
Cuestión que el viernes este que pasó nos juntamos en la biblioteca parlante para definir los puntos sobre los que vamos a investigar. De los 2 encuentros que hubo, sólo nos reunimos 2 personas con el prof.- que ahora pretende que llamemos por su nombre, como si fueramos colegas suyos. La primera vez fuimos con Áxel, y la que pasó estuvimos Bruno y yo. Habrá que ver si en las próximas reuniones nos juntamos algunos más, de todos modos seré la única mujer en el grupo-
Después de la charla, fuimos con Bruno al subsuelo. Ahí estaba Ernest, un ex compa nuestro ecuatoriano y mejor amigo de Bruno, tomándose un vaso de vino del stand de Argentina. Había diferentes bebidas y comidas de acuerdo a cada stand, yo sólo llegué a agarrar una especie de caramelo del stand de Costa Rica? No recuerdo bien. En un momento pusieron reggaeton, música con la que los pibes parecían estar bailando cual escena de Dirty Dancing, la verdad algo atípico en la facultad. Estaba todo muy hot, muy distinta a la imagen que uno se lleva del andar cotidiano por los pasillos- También estuvo bien porque aproveché para ver gente conocida de otras carreras, que tal vez compartimos alguna electiva o simplemente te queda de vista porque cursamos en el mismo piso.
Y es raro eso, está buenísima la sensación de caminar por un lugar con cierto dejo de "yo ya cursé, ahora vengo de paseo". Yo no soy más alumna, en este lugar ya no reconozco autoridad más que la mía. Obvio que mis profesores siempre van a seguir siendo gente a la que admiro -en su mayoría- pero de repente yo estaba caminando con un ex compa que ahora sus alumnos se paraban a saludar. Fue genial, me sentí muy orgullosa de eso- más de él que de mi.
En cierta manera descubrí todo lo que me perdí en esos años, pero de ninguna manera volvería atrás el tiempo. A veces dicen que lo mejor es disfrutar el camino. Yo opino que llegar al otro extremo del mismo puede ser igual de gratificante.